Las Etapas de la Recuperación en el adicto


Es sumamente recomendable que el adicto tenga apoyo y asesoría calificada para poder llevar adelante los cambios necesarios para su recuperación.. Muchas veces las recaídas ocurren por no tomar con la seriedad que amerita, esta área de los cambios.

Este modelo está constituido por etapas, cada una de ellas incluye una necesidad básica y una serie de tareas para sostener el proceso de recuperación.

1.- Transición: La tarea en esta etapa es lograr predominio de la necesidad de control por sobre la necesidad del uso.
2.- Estabilización: En esta fase la tarea esta dirigida a recuperarse de los efectos dañinos producidos por el abuso de sustancias.
3.- Recuperación Temprana: En esta fase se producen los primeros cambios internos, de pensamiento, sentimientos y actitud con respecto al uso.
4.- Recuperación Media: Aquí se producen los cambios externos. Modificación del estilo de vida, incorporación paulatina de hábitos sanos.
5.- Recuperación Avanzada: Esta etapa se trabaja sobre la elaboración de conflictos personales y familiares no resueltos.
6.- Mantenimiento: Esta etapa se basa en la capacidad para mantener una vida sana y un crecimiento personal continuo.


Abstinencia Completa


La abstinencia completa es un importante paso para lograr la recuperación. Durante la adicción activa es difícil que el adicto, logre concebir la abstinencia completa. Se produce el fenómeno de sustitución: el adicto cambia de sustancias pero continúa usando. Puede suceder que el adicto, tenga como objetivo controlar su adicción, disminuye la cantidad y/o la frecuencia del uso, pero vuelve al patrón compulsivo, con lo que el uso se hace continuo.

La abstinencia es lo opuesto al uso y a la sustitución. La naturaleza y la severidad del este síndrome de abstinencia depende del tipo de droga, la gravedad de la adicción, y la personalidad del adicto. Este síndrome es pasajero, luego de un periodo, que en general es corto, se alivia, generándose un estado de desgano motivacional y apatía. Cuando se logra la abstinencia, se hace más fácil manejar los deseos de consumo y el pensamiento obsesivo. Al tener un deseo y abstenerse, se produce una mayor habilidad para manejar las situaciones de riesgo.

La recuperación no puede basarse solo en la abstinencia, sino que debe ser acompañada de cambios en el estilo de vida, que aseguren una mejor calidad de vida.

Cambios en el Estilo de Vida


La recuperación incluye la abstinencia y cambios tanto internos (las modificaciones en la forma de pensar, sentir y actuar) como externos (los dirigidos a cambiar el entorno inmediato, produciendo un medio ambiente acorde con el proceso de recuperación) que promuevan y sostengan un estilo de vida saludable.

Cambios Internos:

1.- Aceptar la adicción como un problema: La negación es parte de la adicción. La aceptación del problema es un proceso de suma importancia, ya que el adicto no se comprometerá a resolver un problema que considera que no existe.

2.- Reconocer las distorsiones del juicio: Reconocer y manejar estas distorsiones es una tarea fundamental de la recuperación.

3.- Perder la preocupación por el uso: Los pensamientos de consumo, van disminuyendo con la aceptación del problema y la práctica de actividades de recuperación. Estos pensamientos van perdiendo fuerza con el tiempo.

4.- Desarrollar y nutrir una actitud de recuperación, el adicto en recuperación debe ir aprendiendo a identificar situaciones de riesgo y no exponerse a ellas ;buscando la ayuda necesaria de manera proactiva y asumiendo responsabilidad de sus propios pensamientos, emociones, conductas y decisiones.

5.- Alfabetización emocional: Aprender a manejar los sentimientos, poder identificar y poner en palabras emociones o sentimientos displacenteros.

6.- Desarrollo de la asertividad y comunicación, de modo que pueda haber una mayor conexión con las relaciones importantes, que seguramente han sido impactadas debido al comportamiento adictivo anterior. Aprender a poner límites adecuados, así como expresar las necesidades de manera simple y directa, son habilidades valiosas para una recuperación sostenida.

7.- Mejoramiento espiritual: El área espiritual es una de las más afectadas en el desorden adictivo. El crecimiento espiritual es un factor clave en el mejoramiento de la calidad de vida. Es necesario entender la espiritualidad como: la actividad del espíritu interior y no necesariamente como práctica religiosa.

Cambios Externos:

1.- Evitar personas, lugares y cosas relacionados con el uso: Todos los disparadores de los deseos y pensamientos de uso, son instancias de riesgo que deben ser evitadas de manera enérgica. Se entiende que es difícil lograr no exponerse alguna vez, pero no se trata de "retar" al riesgo, sino de evitarlo. Cambiar las relaciones interpersonales puede ser una tarea difícil, especialmente el poner límites con aquellas personas significativas para el adicto que todavía están usando.

2.- Desarrollar una nueva red de contactos, asistiendo a reuniones de autoayuda o nutriendo relaciones antiguas que sean sanas, o alejadas del uso, y libres de riesgo. Establecer una relación con un profesional de tratamiento, asistir a servicios religiosos, involucrarse en servicio voluntario, son todas actividades que pueden aumentar la nueva red de contactos.

3.- Elaborar un plan de actividades de recuperación, que pueda servir de guía para el diario vivir y para acomodar el tiempo necesario para las actividades de recuperación. Además es más fácil darse cuenta cuando uno está fallando o descuidando la recuperación si existe un plan concreto.

4.- Mejorar la alimentación y hábitos de higiene, es oportuno en el proceso de recuperación, no solo porque es positivo para la salud en general, sino que además produce una mayor lucidez mental y una mayor resistencia a los deseos de uso, así como una mayor autoestima.

5.- Descansar y dormir adecuadamente, son cambios que ayudan a que nuestro cuerpo y mente tenga el restablecimiento necesario, luego de cada día en recuperación. Al principio existe estrés que proviene de toda la energía que se invierte en los cambios personales.

6.- Leer y estudiar sobre la adicción y la recuperación, es una necesidad que nunca acaba, debido a la amplitud de los cambios que se realizan. Conseguir literatura y un libro de pensamientos diario, para poder comenzar el día con una lectura inspiradora, se podría convertir en un hábito saludable para la mente y el alma.

7.- Ordenar las finanzas, que pueden haber quedado en déficit producto de la adicción. Estar dispuestos a pagar las cuentas pendientes, de hecho saldar las que sean posibles, evitar tener mucho dinero en el bolsillo, son necesidades comunes en la recuperación. Es tan importante esta área que algunas veces se plantea la necesidad de rehacer la relación con el dinero, especialmente en las adicciones de juego o gasto compulsivo.

Todas estas necesidades de cambio plantean una situación que puede generar confusión o estrés, debido a que se están abandonando las viejas costumbres, que todavía no se extinguen, y se están desarrollando nuevos patrones de conducta, que todavía no se establecen; desarrollándose la sensación de ser "extranjero en su propia tierra". Esta sensación es temporal y se hace menos intensa con el pasar del tiempo y con el avance de la recuperación.

 

Las adicciones causan una desconexión con la realidad espiritual interior . Esto se vuelve un círculo vicioso, pues el vacío interior resultante, predispone más aún al uso como forma de llenar estos vacíos, pero esta es una solución temporal, agravando la desconexión a largo plazo y reforzando la dependencia. No confundamos la espiritualidad con la religión o la religiosidad. La espiritualidad es la esencia del ser. La espiritualidad es lo que mueve a una persona a buscar significado en su vida. La religión se refiere más al conjunto de dogmas, doctrinas y rituales que sirven de base para un modelo de relación espiritual. Cada persona desarrolla instintivamente una relación especial con el elemento espiritual que es personal e íntima. Actividades relativas al arte, la vida familiar, la práctica de principios espirituales en la vida diaria, son formas útiles de reforzar y compartir el crecimiento espiritual. En esencia la espiritualidad es un fenómeno íntimo y trascendente que es vital para el desarrollo de una recuperación de calidad, y es además, fuente de motivación para nuestra misión y búsqueda de significado en la vida. Una vez que el crecimiento espiritual se fortalece se comienzan a notar algunos cambios en la vida diaria del adicto en recuperación.

Algunos de las manifestaciones del crecimiento espiritual son:

* Adecuada capacidad de relacionarse y compartir, así como servir a los demás
* Serenidad interior que se refleja en las actuaciones y en la personalidad individual.
* Capacidad de valorar lo cotidiano y lo que aparentemente es intrascendente.
* Capacidad de jugar y expresar sentimientos
* Disminución del egocentrismo y de la necesidad de validación externa
* Disminución de la necesidad obsesiva e irrazonable de control en las relaciones personales
* Mayor dedicación al servicio desinteresado.
* Confianza renovada en el porvenir, percibiendo al universo como un sitio amoroso y seguro.
* Capacidad de maravillarse con la simplicidad.
* Desapego creciente a las fuentes materiales de seguridad o satisfacción, como el dinero, sexo, prestigio o propiedades.


Recuerde siempre que la razón última o el significado del desarrollo espiritual es algo muy personal, pero nunca debe ser visto como el fin en sí mismo, sino como un don que debe ser compartido para poder conservarlo.


Fuente: manantiales.org

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