Placer mortal


La nicotina provoca que los vasos sanguíneos de la piel se cierren y se disminuya el oxígeno en las células lo que provoca el rápido envejecimiento de la piel sin mencionar el cáncer en los pulmones o el enfisema

Fumar afecta tu salud y le resta puntos a tu belleza, pues tu cutis pierde su vitalidad y las arrugas aparecen mucho antes de tiempo
Si crees que fumar te relaja y te hace sentir mejor, debes saber que ese momento placentero tarde o temprano terminará por reflejarse de manera negativa en tu rostro.

Cuando tomas un cigarro entre tus dedos, lo llevas a tus labios y aspiras, los músculos de la boca se contraen en forma de "o", lo que provoca la aparición de arrugas alrededor de tu boca.

Además, cada vez que exhalas el humo ante tu cara, te obliga a cerrar y contraer los músculos del contorno de los ojos, lo que origina las patas de gallo y bolsas en los párpados.

Tu piel queda completamente expuesta a los efectos nocivos del tabaco. Para eso, la solución es dejar de fumar y combatir el daño con tratamientos antioxidantes.


Rápido agresor


La nicotina provoca que los vasos sanguíneos de tu piel se cierren y se disminuya el oxígeno en las células, lo que hace que el envejecimiento de la piel se acelere y se reduzca el colágeno.

Fumar un solo cigarro contrae tus células durante 90 minutos y si consumes una cajetilla diaria, no recibes el oxígeno necesario para llevar a cabo el correcto metabolismo de tu organismo.

Tu piel se hace más gruesa y flácida, por lo que pierde su tono original y su juventud. Todo esto, junto con los efectos oxidantes de muchos de los componentes del humo del tabaco, contribuye a la aparición de arrugas y envejecimiento prematuro.


Daños visibles


De acuerdo a tu tipo de piel, los efectos que causa el cigarro son distintos, explicó la dermatóloga Luz Vidaurri.

Fumadora con piel normal o seca. Los efectos en tu cutis son la falta de luminosidad, piel opaca y arrugas prematuras. El olor del tabaco no queda presente en este tipo de pieles.

Fumadora con piel grasa o mixta. Este tipo de pieles son muy sensibles, por lo que las partículas de nicotina obstruyen y dilatan los poros, provocando la aparición de puntos negros.

En contacto con pieles grasosas, el humo causa la oxidación, manchas y enrojecimiento.

Estas pieles sufren falta de elasticidad y flacidez y el olor del tabaco se les impregna totalmente.

En ambos casos el contorno de los ojos presenta arrugas prematuras, pues es la piel más fina y se daña rápidamente por los efectos de los radicales libres.

En el contorno de los labios se forman unas líneas de expresión en forma vertical que da un aspecto de vejez.

Deja de fumar


"Si quieres conservar tu belleza, olvídate del cigarro definitivamente. Esto ayudará a frenar el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas, que se originan por falta de oxígeno y presencia de radicales libres", comentó la especialista.

A los tres meses de dejar de fumar, se empieza a recuperar el tono natural del cutis de forma progresiva. La piel se mantiene más limpia de puntos negros y recupera su juventud y luminosidad.

"Al aplicar tratamientos antioxidantes en tu rostro y cuerpo, le devuelves a tu piel su esplendor después de la oxidación sufrida por la nicotina y alquitrán del tabaco", recomendó.

Fuente: www.elmanana.com.mx

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